LA CALMA ES EL LUGAR donde debemos situarnos para conquistar cualquier influencia en las personas de nuestro entorno. Es verdad que todos venimos al mundo con cierto predominio temperamental y nervioso, que suele desencadenarse sin control en situaciones de estrés o de dificultad. Pero ser capaz de dominarse a uno mismo en esas situaciones es indispensable para conseguir cualquier propósito, y recuperar a tu pareja no es menos. Por supuesto, la serenidad o la calma no significa convertirse en alguien impasible e indiferente, se trata de mantener la capacidad de encauzar nuestra energía y dirigirla hacia nuestros objetivos de una manera eficaz y constante.
En una ruptura de pareja la tranquilidad y la paciencia son las mejores aliadas. Piensa que cualquier acto poco premeditado, cualquier actuación llevada a cabo sin pensar en las consecuencias, podrían ser desastrosos y poner fin sin remedio a vuestra relación. Procura evitar cualquier acto que se te ocurra sin antes dedicar unas horas a prever sus consecuencias. Lo ideal es que al principio no hagas nada, absolutamente nada, evitando cualquier acción hasta pasados unos días. Insisto en que la ira y las emociones de los primeros momentos pueden llevarte a realizar actos de los que luego te arrepientas.
Es muy recomendable que practiques deporte con moderación pero con una frecuencia de al menos tres veces por semana, y que te inicies en algún método de relajación o meditación. El más recomendado de todos: el Método Jacobson de relajación, que podrás encontrar en los vídeos del Método K.
Os dejo un vídeo que os ayudará a iniciaros en este tipo de relajación.