DE PRONTO DESCUBRES que la ruptura de pareja que estás viviendo no es como las otras. En anteriores ocasiones has podido reconducir la situación, pero esta vez no contesta a tus llamadas; se comunica muy de vez en cuando y sólo por email. Parece que la cosa va en serio. Entonces empiezas a buscar información en Internet y le cuentas a todos tus amigos lo ocurrido para que te ayuden a entender sus historias en Instagram o sus estados de WhatsApp. Sin embargo, contarle a todo el mundo que has roto con tu pareja quizá no sea la mejor idea si tu intención es intentar recuperar esa relación. Te cuento por qué.
Rafael (los nombres en este Blog son siempre ficticios) rompió con Marga por una acumulación de pequeños desplantes que, como supe después, acabaron con la confianza depositada en él. No terminaron mal. No hubo malas palabras ni hubo una excesiva insistencia por parte de Rafael para retomar la relación. Rafael se dio cuenta en la primera reunión en nuestras sesiones de trabajo que, efectivamente, había cometido varios errores, y aunque ella se lo intentó hacer ver varias veces, Rafael no hizo caso o no entendió lo que le estaban tratando de explicar.
Marga, pese a estar segura de su decisión, no había bloqueado a Rafael en WhatsApp ni en ninguna otra red social (como suele pasar en estos casos), de modo que éste podía ver sus estados, sus historias en Instagram y, en general, todas las fotos que subía a las redes sociales. A través de esas fotos, Rafael sabía dónde pasaba sus horas de ocio y con quién compartía los fines de semana.
Mantenían contacto por email sólo por asuntos relacionados con la gata que tiempo atrás habían adoptado. Gracias a la gata mantenían un hilo de comunicación cordial, pero hablaban exclusivamente del felino y poco más.
Interpretar el significado de las fotos que tu pareja sube a Instagram (o sus estados en WhatsApp) puede llegar a ser un quebradero de cabeza inútil.
A Rafael le parecía que aún había esperanzas, pero no sabía cómo interpretar los movimientos y las palabras de Marga. Así que se le ocurrió preguntar a una pareja de amigos. «En los buenos tiempos —me dijo Rafael—, salíamos los cuatro a cenar. Conocían bien a Marga y me pareció oportuno preguntarles qué opinaban ellos del comentario que había dejado a una foto subida a Instagram por un compañero de trabajo».
A estos amigos les mostró también las conversaciones y las fotos que subía a esa red social para que las interpretaran y en consecuencia le dieran una opinión sobre si aún tendría posibilidades de volver con ella. Unos días después mostró los mismos mensajes y fotos a una compañera del trabajo. «Siendo otra mujer —argumentó Rafael— podrá interpretar mejor sus palabras. Me preocupaba que estuviera conociendo a alguien». También le preguntó a otros amigos y conocidos, a todos les mostraba las fotos, los likes y los comentarios que Marga ponía en sus publicaciones.
Pero las opiniones de los consultados eran tan dispares, que no sabía qué pensar. Así que le ocurrió crear un grupo en Telegram con todos esos amigos. Añadió también a su hermana (la hermana de Rafael) y otros colaboradores que le parecieron buenos en la tarea de aconsejarle.
A ese grupo mandaba Rafael pantallazos de los estados y fotos que su ex subía a las redes sociales; todos daban su opinión y decían lo que les parecía mejor sobre lo que veían, las fotos que ella subía a las redes o sobre cuándo llamar a Marga para tener una cita e intentar la reconciliación.
2. Consecuencias de los amigos-consejeros en una crisis de pareja
2.1 Fatiga informativa
Todo este exceso de información llevó a Rafael a padecer la llamada «fatiga informativa», además, de provocarle cierta ansiedad porque, según me dijo, algunos de los componentes del grupo veían clarísimas evidencias de que Marga estaba ya saliendo con otra persona y, lo que es peor, consideraban probado que esa relación había empezado cuando aún era pareja de Rafael.
El síndrome de la fatiga informativa se acompaña de manifestaciones tales como, pérdida de visión, problemas de atención, concentración, dificultad para el análisis y la toma de decisiones, ansiedad, estrés y trastornos del sueño.
Fuente: Wikipedia
El problema es que un amigo, o alguien que te quiere, te dará siempre una información sesgada; más cercana a las emociones que al sentido práctico. Los amigos nos dan información basada en lo que ellos consideran tu bienestar y no tus intenciones, que son cosas diferentes.
Es cierto que alguno de los componentes y consejeros de Rafael eran compañeros del trabajo, a quiénes no hay que considerar precisamente como amigos y, por lo tanto, sin esa vinculación emocional. Las pregunta serían: ¿ese compañero te conoce bien? ¿conoce lo suficiente lo ocurrido con la relación o sólo cuenta con tu relato y tu versión de los hechos? ¿Crees que será discreto o discreta con la información tan sensible que estás compartiendo?
2.2 Falta de calma
Como se ha dicho varias veces en este Blog, durante los primeros días de la ruptura es fundamental estar calmado. Que haya un tiempo de sosiego, de paz, un periodo de tranquilidad que te ayude a poner tus ideas en claro y así puedas definir los siguientes pasos. Obviamente, demasiada información (venga de donde venga) te producirá justo lo contrario que ahora necesitas: tener la mente despejada para saber cómo actuar.
2.3 El secreto en las comunicaciones
Como era de esperar, Marga se enteró de que las comunicaciones privadas que mantenía con Rafael habían sido expuestas a esos amigos-consejeros, y su reacción no fue muy buena.
Más allá de vulnerar el secreto de las comunicaciones, protegido en España por el Código Penal, Rafael había cometido el error de ser indiscreto, y esto es lo que verdaderamente molestó a Marga. «Nadie tiene que enterarse de nuestras intimidades —le dijo—. Si necesitabas alguna aclaración sobre los mensajes lo mejor hubiera sido acudir a mí».
Marga se quedó con la idea de que su ex trataba de volver con ella a cualquier precio y de cualquier forma, provocando cierta desconfianza, como si de una infidelidadse tratara.
El secreto en las comunicaciones (correos electrónicos, WhatsApp, Telegram, etcétera) es un derecho fundamental: somos dueños de nuestras conversaciones. La ley española (y la de la mayoría de los países) protege esta confidencialidad prohibiendo la divulgación de conversaciones privadas sin el consentimiento de los involucrados.
La confianza se puede recuperar, desde luego que sí; pero es una tarea larga en la que, cuando escribo estas líneas, Rafael y yo seguimos trabajando.
2.4 Un amigo insoportable
En poco tiempo la gente se cansó de estar con Rafael. Hablaba únicamente de Marga y de su ruptura y si alguien sacaba otro tema de conversación rápidamente él lo desviaba buscando similitudes o diferencias con lo que a él le interesaba. Es normal que esto ocurra. Es normal que Rafael le de a esto una importancia capital, pero los demás no lo ven así y hay que evitar ser muy repetitivos con nuestro círculo más estrecho.
Los amigos estarán encantados de escucharte y ayudarte, pero esta ayuda y esta escucha tiene un límite. Evita hablar siempre de lo mismo y, sobre todo, trata de ser discreto con los asuntos más delicados.
Lamentablemente, Rafael no se dio cuenta de esto y, precisamente en un momento así los amigos comenzaron a evitarle.
Cuando estás pasando una crisis de este tipo es fundamental no quedarse encerrado. Sal con los amigos y con la gente que te quiere, pero evita hablar en exceso de tu relación y acaparar todo el tiempo explicando lo que te está ocurriendo. Aunque tus amigos evitarán decírtelo, te puedes convertir en un amigo insoportable.
3. Por qué es mejor ser discreto
Que seas discreto no te va a acercar a tu pareja, pero sí evitará que se aleje más y eso es muy importante. Las parejas son como la luna: si no crecen es que están menguando.
Tu ex pareja aún tiene dudas en la decisión que tomó de dejar la relación, no verá con buenos ojos que hagas partícipe de vuestros problemas a terceras personas, sean amigos o sean compañeros de trabajo. Esta falta de discreción hará que tu ex se pregunte qué más asuntos íntimos has compartido con otras personas sólo con el objetivo de salirte con la tuya. Como digo, esta forma de actuar te contribuirá a la pérdida de confianza.
Ser discreto está directamente relacionado con la capacidad de valorar las consecuencias de nuestros actos, como antes decíamos, la calma es fundamental.
Sólo desde la calma podrás realizar un análisis del impacto emocional que podrá tener en tu pareja el hecho de pregonar a los cuatro vientos lo que os está ocurriendo. La persona que consigue comportarse con prudencia realiza un análisis del impacto que puede tener lo que diga o lo que haga. Por el contrario, la persona imprudente no mide, no evalúa, no tiene en cuenta las consecuencias de lo que comparte.
Otra razón fundamental para ser discreto es evitar exponer tus puntos más vulnerables. Puede que no todos sean tan amigos como tú piensas. Puede que entre esos amigos haya alguno que no lo sea tanto; puede que todos te pongan buena cara ahora, pero quizá alguno no dude en usar tus puntos débiles en el futuro, si fuera necesario, para conseguir algo o hacerse valer más que tú.
Todos tenemos inseguridades y momentos difíciles. Reconocerlo es fundamental para avanzar en nuestro desarrollo personal, pero revelarlas a cualquiera puede llegar a ser contraproducente, y mucho más un tema tan morboso como el de la pareja.
Recuerda que compartir información de tu pareja con otras personas puede llevarte a la pérdida de confianza, y ésta no tiene una marcha atrás inmediata: hace falta tiempo para revertir esa situación.
4. Cómo y con quién compartir información
Si tu intención es tratar de reconducir la situación, lo mejor es guardar el secreto y no dar detalles a casi nadie. Recuerda lo que hemos dicho más arriba sobre la fatiga informativa y lo que esto puede producirte.
Dicho esto, y más allá de los profesionales a los que puedas acudir para exponer tu situación, se puede compartir información con un número muy reducido de personas. Antes de compartir esa información hay que tener en cuenta cuatro aspectos fundamentales.
Por supuesto tiene que ser alguien de tu absoluta confianza que sepas no participa en críticas ni cotilleos. Tiene que ser alguien que se encuentre cómodo en ese papel de confidente, aunque si ves que después de un tiempo ya le incomoda, es mejor que lo dejes estar.
Alguien que pueda darte una opinión crítica, más allá de su condición de amigo: que sea objetivo. Pero recuerda que sólo podrá darte su punto de vista, no es un profesional y, por lo tanto, sólo puedes compartir algunas cosas.
No hace falta que hables cada día del asunto. Comparte sólo lo que consideras que es de verdad importante.
Evita juicios de valor o críticas a tu ex. Si quieres volver con ella o con él, esto no interesará a tu confidente. Se trata de recuperar su relación.
5. Escucha a tu cuerpo
La psicóloga clínica Elisabeth Clapes nos explica cómo debemos escuchar a nuestro cuerpo y atender a las señales que nos manda. Aplica esto a cómo y con quién compartir información tan sensible como la de tu ruptura.
5. Conclusiones
Podemos concluir que lo mejor, si es que deseas recuperar a tu pareja, es ser lo más discreto posible. No sólo hay que ser discretos en temas relacionados con tu situación emocional, sino que también hay que serlo, en términos generales, en temas financieros, asuntos familiares o temas relacionados con la salud. Ser discreto evitará que tengas una sobrecarga de estrés y la mente más tranquila y despejada para tomar decisiones. Recuerda que es imposible saber con certeza las intenciones de alguien al dar un like o subir una foto.
Por lo tanto, mantén la calma, acepta la ruptura y trata de encontrar los motivos por los que tu relación se rompió en una reflexión sosegada y pacífica. Recuerda, por último, que una ruptura de pareja no es el fin del mundo.
Gracias por leer este artículo hasta el final. Si deseas comentarlo o añadir algo, puedes escribirme a hola@carlosgarciacoach.es
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