Los 14 hábitos de una pareja con éxito

EN ESTE BLOG y muy habitualmente en mis consultas, digo que las parejas con éxito no son las que no discuten, sino las que saben resolver sus conflictos. Hoy os traigo una serie de hábitos de una pareja con éxito, es decir, pequeños momentos para mantener con salud y por mucho tiempo una relación de pareja. Pero un «hábito» como ya decía Aristóteles, es la predisposición a obrar de una determinada manera a lo largo del tiempo, o sea, con frecuencia. Quiero decir que las acciones que se proponen a continuación requieren el esfuerzo de la pareja. El éxito raras veces es una casualidad, el éxito es más bien una sucesión de pequeños actos diarios.

ÍNDICE
1. Gestos de cariño todos los días

2. Apoyo mutuo

3. Horarios de descanso coincidentes

4. Pedir perdón a tu pareja

5. Tener conversaciones incómodas

6. Celebrar los logros de tu pareja

7. Influencias de terceras personas

8. Preguntar en vez de suponer

9. Sexo regularmente

10. Expresar emociones con asertividad

11. Un tiempo para estar sin tu pareja

12. Discutir para encontrar soluciones

13. Frente común delante de los niños

14. Mantener relaciones sanas es el hábito de una pareja con éxito

1. Gestos de cariño todos los días

Una pareja unida se muestra cariño casi continuamente. No se trata de ser empalagosos y mucho menos a la vista de los demás. Con gestos de cariño me refiero a pequeñas acciones cargadas de simbolismo como darse un pequeño abrazo o un beso cada vez que se despiden o encuentran después del trabajo o al llegar a casa. Una acaricia, un roce, buscar la mano del otro… Las dos pieles tienen que encontrarse acaso un segundo muchas veces a lo largo del día.

Hoy día sabemos que una abrazo de apenas unos segundos liberan una gran cantidad de oxitocina, una de las hormonas de la felicidad y el placer. Estos abrazos y gestos de cariño no sólo te ayudarán a estar bien el resto del día, sino que reforzarán tu relación de pareja si lo haces todos los días.

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De vez en cuando es necesario mantener conversaciones incómodas, poner de manifiesto (con asertividad, por supuesto) lo que nos ha incomodado de nuestra pareja. Preguntar es siempre mejor que suponer.

2. Apoyo mutuo

En otro artículo de este Blog se habla de las etapas en una relación de pareja. En la segunda etapa nos convertimos en amigos, en compañeros de fatigas y alegrías. Tu pareja también es tu amigo o amiga, de este modo tenéis que apoyaros mutuamente, como los amigos que sois.

Son pequeños gestos que van configurar y determinar la calidad de tu pareja, como son ira a buscarla a la parada del autobús si te lo pide o lo necesita; ayudarle a gestionar sus documentos; estar pendiente de lo que necesita para conseguirlo de modo que puedas facilitarle un poco la vida.

Hacer pequeñas cosas el uno por el otro une muchísimo a los amigos y a las parejas.

3. Horarios de descanso coincidentes

Es importante que coincidáis en el momento de las cenas o las comidas, sobre todo si hay hijos. Es el momento de charlar sobre cómo ha ido el día: qué ha ocurrido en la oficina o en el colegio y qué nos apetece hacer el fin de semana. Durante las comidas los móviles (y el uso de WhatsApp) no pueden estar sobre la mesa; cada cosa en su momento.

No menos importante para fortalecer a la pareja es irse a la cama juntos. No se  trata de sexo (que también), se trata de no desperdiciar un momento mágico de irse juntos a descansar, desconectar, compartir unas cuantas palabra y conciliar el sueño escuchando la respiración del otro.

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Un gesto cariñoso como un abrazo de apenas unos segundos liberan una gran cantidad de oxitocina, una de las hormonas de la felicidad y el placer.

4. Pedir perdón a tu pareja

Hay personas que tienen verdadera dificultad para pedir perdón porque consideran ese gesto como una muestra de debilidad, sobre todo les ocurre a los que tienen personalidad narcisista.

Éstos creen que pidiendo disculpas dan a entender que son personas sumisas y vulnerables. Además, hay quién necesita un convencimiento racional para pedir perdón, necesitan entender que realmente se equivocaron para pedir disculpas.

Pero en una relación de pareja el perdón tiene una dimensión diferente. En las relaciones de pareja pedirse perdón es sobre un gesto de aproximación (aún teniendo claro que el error no fue tuyo) demuestras que te interesa más tu pareja que tu ego. 

5. Conversaciones incómodas

Este es uno de los puntos más importantes. En las relaciones personales no todo es color de rosas, de vez en cuando es necesario hablar de cuestiones incómodas, poner de manifiesto (con asertividad, por supuesto) lo que nos ha incomodado de nuestra pareja; ya sean palabras, hechos, gestos… Se trata de explicar qué has sentido cuando tu pareja te dijo aquello y cómo tendría que decirlo para que esto no ocurriera. Tu pareja, a su vez, no tiene que interpretar estas palabras como un reproche, debe encenderlas como algo necesario para mejorar vuestra relación y en general vuestra vida.

Lo que no es positivo, desde luego, es evitar por mucho tiempo esa conversación por incómoda que sea, ya que  esconder la basura debajo de la alfombra es algo que te ocasionará más problemas. 

6. Celebrar los logros de tu pareja

Es también importante que estés pendiente de los asuntos que preocupan a tu pareja y llegado el caso, celebres sus triunfos como si fueran tuyos. Eso os unirá mucho porque os convierte en cómplices de un mismo equipo, un equipo ganador.

Cuando algo así ocurre, cuando tu pareja ha conseguido ese pequeño triunfo, hay que hacer algo especial: salir a cenar o simplemente, abrir una botella de vino y brindar juntos mientras felicitas a tu pareja.

7. Influencias de terceras personas

Imagina que tu pareja y tú estáis pensando cambiar de piso, mudaros a otro barrio de la ciudad. Lleváis tiempo hablando del asunto pero de momento no os ponéis de acuerdo en alguna cosa. Un día, en una reunión familiar sacáis el tema y alguien opina sobre el tipo de vivienda que os conviene (esto pasa con mucha frecuencia). 

Un pareja estable no debe permitir que la opinión de una tercera persona les influya, y mucho menos discutir públicamente. Un pareja sólida debe escuchar todas las opciones y hablar en privado de lo que les conviene o no les conviene, pero siempre a solas. 

8. Preguntar en vez de suponer

Este es un asunto tratado ampliamente por el psicólogo norteamericano Aaron Beck en su libro «Con el amor no basta» (un verdadero manual, muy estudiado en los años 80 y 90 en las facultades de psicología españolas).

Se trata de no adivinar los pensamientos de tu pareja ni actuar en consecuencia de algo que no sabemos con certeza. Que tu pareja no quiera llevarte a un evento de su empresa no significa (no significa necesariamente) que se avergüence de ti ni que quiera coquetear con otras personas.

No te quedes con la duda y pregunta qué está pasando y explica lo mejor que puedas qué te está preocupando.

Esto es mucho mejor que elaborar tu propia teoría y dar por cierto algo que sólo es posible.

9. Sexo regularmente

En términos generales podemos decir que una relación de pareja sin sexo es una relación en crisis y quizá abocada al fracaso. El sexo es algo imprescindible y así es considerada por muchos especialistas como el termómetro de la relación: raramente una pareja que funciona bien en la cama (salvo que sea una pareja incipiente) es una pareja en crisis.

Para que una pareja funcione tienen que existir encuentros amoroso más o menos frecuentes. Es necesario hablar de ello y esforzarse por crear a lo largo de los días un ambiente propicio.

Por supuesto, hay muchas formas de amarse, de proporcionarse placer mutuo, es algo que debes hablar con tu pareja introduciendo juegos, juguetes o viendo películas eróticas juntos. Recuerda siempre que el sexo es algo exclusivo de la pareja, sólo con tu pareja podrás hacer y hablar de ciertas cosas.

10. Expresar emociones con asertividad

Hace pocas semanas un amigo me decía que su novia estaba enfadada con él, pero no sabía exactamente el motivo. «Sin duda algo he hecho mal, pero no quiere decirme qué es» me dijo este amigo.

La forma que tú tienes de dar amor puede ser completamente diferente a la forma que tiene tu pareja de hacerlo; pero esto no significa que sea una pareja en vías de fracasar. 

Las parejas con éxito, como ya se ha dicho en algún otro lugar, no son las que no discuten, sino las que saben resuelven sus conflictos adecuadamente. Discutir no es malo en sí mismo siempre que se haga con respeto y asertividad, o sea, que seas capaz de expresarte con equilibrio: sin herir al otro pero tampoco sin dejar de decir lo que piensas.

Por eso, cuando algo no nos gusta de nuestra pareja tenemos que expresarlo, tenemos que sacarlo porque estar enfadado y no decir el motivo puede generar un conflicto más amplio. 

11. Un tiempo para estar sin tu pareja

Hay que buscar, de vez en cuando, un tiempo para estar en la compañía de otras personas; verse con los amigos de siempre o salir un fin de semana o incluso varios días sin tu pareja.

Hacer todas las cosas juntos y hacerlas durante muchos meses no es bueno para la convivencia.  Aunque pueda parecer lo contrario, salir de la rutina, poner a prueba la confianza mutua, echaros de menos y tener cosas que contaros después, será una muy buena terapia para vosotros: os unirá mucho. 

12. Las discusiones son para buscar soluciones

En fundamental que aprendas a discutir con el objetivo de buscar soluciones a los problemas y no para ensalzar tu propio ego. En muchas ocasiones discutimos más para salvar nuestro ego que para alcanzar una solución, es como si perdiéramos el norte y termináramos en otro lugar: normalmente enfadados.

Las discusiones a las que estamos acostumbrados tienen como objeto quedar por encima del otro, como suele ocurrir con frecuencia en política, donde se pierde la búsqueda de la verdad sólo para hacer ver al otro que estaba equivocado, al estilo sofista

Pero en la pareja, lo importante es el equipo que formamos, y no el individuo. Hay que discutir restando «yo» y sumando «nosotros».

13. Frente común delante de los niños

Para el último lugar he dejado lo que provoca más discusiones entre las pareja con hijos: la educación de los niños.

Un pareja nunca debe quitarle autoridad al otro padre, ni tampoco contradecirle delante de los niños, aunque no esté de acuerdo. De momento hay que dejarlo pasar y cuando os encontréis a solas hablarlo (o discutirlo si es necesario); pero nunca hacerlo con demasiada vehemencia delante de los chicos porque esto os debilitará como pareja y los niños se sentirán inseguros.

Más allá de las debilidades de cada padre, para los niños la pareja debe ser un frente común, debe ser fuerte y mostrarse siempre unida.

14. Mantener relaciones sanas es el hábito una pareja con éxito

El psicólogo malagueño Arun Mansukhani mantiene en este video un coloquio muy interesante sobres las relaciones en general.

Gracias por leer este artículo hasta el final. Si deseas hacer un comentario o ponerte en contacto conmigo, puede hacerlo en el correo: hola@carlosgarciacoach.es

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