Es algo muy habitual. Uno sabe que las cosas no van bien y piensa que ya se arreglarán, hasta que, de pronto, tu pareja te pide tiempo. ¿Qué hacer en esta situación?
1. ¿Qué significa que tu pareja te pida un tiempo?
Es evidente que pedir tiempo para pensar puede ser la antesala a la ruptura, es decir, un aviso de que no hemos sabido resolver nuestros conflictos a tiempo. En tal caso, después de intentarlo todo, sólo queda experimentar la ausencia.
Esta situación, sin duda, puede generar algún episodio de ansiedad y hacernos sentirnos culpables. Sin embargo, lo mejor es que no saques conclusiones por el momento y trates de hacer lo que tu pareja te pide con calma y amabilidad, demostrando entereza y seguridad en uno mismo. Incluso puedes añadir la siguiente frase: «Sí, creo que tienes razón. Un tiempo sin vernos nos vendrá bien a los dos».
Desde mi experiencia en trabajo de despacho con parejas, yo diría que el hecho de que te pidan un tiempo puede tener al menos tres lecturas.
La primera sería una verdadera sensación de desorientación o incluso de aburrimiento. Aunque es alguien que te gusta y tiene muchas cosas positivas, no estás bien en la relación y llevas un tiempo pensando en romper. Quizá has intentado hablarlo, cambiar cosas, pero todo sigue igual y necesitas probar cómo te sientes sin esa persona en tu vida. No se trata de una ruptura, se trata de un verdadero tiempo para reflexionar.
La segunda lectura sería un extensión de la primera: alguien que quiere provocar una llamada de atención sobre la situación que estáis viviendo y en realidad lo que buscan es que se les haga caso en su modelo de pareja o en sus pretensiones personales.
La tercera es que te pidan tiempo sólo para endulzar una ruptura ya consumada. Hay gente que le cuesta trabajo enfrentarse al momento de decir a su pareja que todo ha terminado y recurren a este viejo truco, que suele terminar con el famoso «no eres tú, soy yo».
Con respecto a si hay diferencias entre si es un hombre o una mujer quién pide ese tiempo, yo diría que no. Es cierto que las mujeres suelen pasar el duelo de la ruptura estando aún en pareja, mientras que los hombres rompen la relación y luego pasan en duelo. Pero en mi opinión un hombre o una mujer pueden actuar así indistintamente.
Que tu pareja te pida «un tiempo» puede tener varias lecturas, una de ellas es que se trate de una ruptura ya consumada.
2. Acordar cuánto tiempo durará la ausencia
Como ya se ha dicho alguna vez en este blog, las relaciones de pareja (como otras relaciones humanas) necesitan del equilibrio para sobrevivir. Quiero decir, que un tiempo de ausencia no se debe aceptar sin condiciones.
Si tu pareja te pide tiempo, efectivamente, hay que aceptarlo sin oponerse, pero atendiendo a dos reglas fundamentales:
En primer lugar hay que preguntar por qué tu pareja necesita ese tiempo; por qué ha llegado a esa conclusión. Escucha con humildad los motivos de esa decisión sin tratar de debatir o intentar quitar la razón. Tampoco en esta situación es bueno pedir perdón demasiadas veces. Si crees que te has confundido en algo, por supuesto que debes expresarlo; pero no de una forma sumisa porque así crearás una dinámica de sometimiento y la relación quedará desequilibrada.
Lo segundo es acordar cuánto tiempo durará esa distancia. En ningún caso tienes que aceptar un «ya te diré yo cuando estoy preparado para volver a vernos» porque esto también romperá el equilibrio y te restará valor.
Lo ideal es llegar a un acuerdo para veros dentro de unas tres o cuatro semanas (la duración es algo propio de cada pareja), aunque no puede ser demasiado largo porque perdería su sentido.
3. Qué ocurre si tu pareja no acepta una fecha límite
Si insiste en no fijar una fecha, aunque sea aproximada, quizá se trata de una ruptura ya consumada y lo que ocurre es que hay falta de valentía para decirlo.
En todo caso, si tu pareja no acepta esa fecha límite tienes que explicarle que tú quieres seguir con la relación, pero no puedes mantener tu deseo de estar con esa persona eternamente; dicho con otras palabras: no puedes estar esperando a que tu pareja se pronuncie para seguir con tu vida sentimental. «Yo te quiero mucho pero no quiero estar con alguien que no desea estar conmigo», sería una frase a decir. Recuerda que debes expresarte siempre con asertividad.
En ningún caso debes aceptar un tiempo de ausencia sin determinar cuántas semanas o meses estaréis sin veros.
Si definitivamente tu pareja te pide un tiempo sine die (o sea, sin fecha determinada), lo más sencillo es que tú mismo o tú misma marques esa fecha en el calendario. Si llegado el día marcado tu pareja no ha vuelto a ponerse en contacto contigo tendrás que ser tú quién lo haga, pero para despedirte.
Una carta bien redactada y que le toque la parte más sensible será una estupenda despedida.
4. Cómo comportarse durante la ausencia
La idea de darse tiempo es muy similar a la que se persigue cuando se aplica el contacto cero: provocar un proceso de reflexión.
Por lo tanto, no se trata de no hablar con tu pareja (si es que esto es absolutamente necesario), se trata de no hablar de emociones.
Si en este contexto, por necesidad ineludible, tienes que preguntar algo a tu pareja (sobre todo si eres tú a quién han pedido tiempo) no debes aprovechar la oportunidad para interesarte por aspectos más emocionales; recuerda que es esta persona quién te ha decidido estar sin ti.
De modo que nada de «cómo estás» o «te he echado de menos». Cuantas menos palabras utilices mejor. Por supuesto, siempre sin hacer creer que estás enfadado o enfadada.
Por lo demás, se trata de permanecer en un estado de calma y no hacer nada que pueda llamar su atención en exceso: no bloquear en las redes sociales, no publicar nada que se salga de la rutina. Se trata de desaparecer y convertirte en un misterio.
Por supuesto, esto no quita para que sigas con tu vida y salgas con tus amigos o hagas cosas que te apetezca hacer, incluso la de dar celos a tu pareja dejándote ver con alguien especial, pero con mucho cuidado porque esa práctica puede resultar peligrosa. De eso ya se habló en este otro artículo.
Es muy recomendable que aproveches este tiempo para elaborar un mapa emocional y trates de estar muy seguro o muy segura de los errores (si es que los hay) que has cometido en tu relación.
5. Aprovecha ese tiempo para conocer mejor los motivos esta crisis de pareja: un mapa emocional
Puedes aprovechar este tiempo para conocer, de una manera más rigurosa lo que ha ocurrido entre vosotros. No cometas el error de creer que sabes con certeza los motivos de esta solicitud de tiempo por parte de tu pareja. Examina con calma todo lo que ha ocurrido entre vosotros para llegar con honestidad y rigor, a las causas de esta distancia.
Esto es lo que se llama el mapa emocional. Anota en un cuaderno todo lo importante ocurrido durante vuestra relación (o en los últimos meses) y consideres que ha tenido que ver para que tu pareja tomara esa decisión. Ordénalo por fechas y trata de ponerte en el lugar de tu pareja para entender los motivos de la crisis.
En el Método K se explica con más detalle cómo elaborar ese mapa emocional.
6. ¿Qué está haciendo mi pareja durante este tiempo?
Recuerda que aún es tu pareja y hay que darle la oportunidad de seguir confiando. «Darse un tiempo» no es una ruptura, por lo tanto, aún en esta situación os debéis guardar fidelidad.
Si descubres que tu pareja le ha faltado tiempo para estar con otro u otra, en realidad quería romper contigo y no sabía cómo decírtelo.
Por regla general, una vez habéis empezado el periodo de distancia, lo mejor es que no persigas de ninguna manera a tu pareja ni trates de saber qué está haciendo, con quién sale o con quién se relaciona. Si descubre que observas de cerca sus movimientos, la idea principal de darse valor, como habíamos hablado antes, se rompe.
Si te han pedido distancia, desaparece del mapa. Que vea que no tienes miedo a romper la relación.
7. ¿Qué ocurre si mi pareja me pide tiempo, pero vivimos juntos?
En ese caso las cosas no deben ser muy diferentes. Si tenéis dos residencias podéis decidir instalaros uno en cada una de ellas, siempre que no sea un trastorno muy grande para el normal desarrollo de la vida. Pero, desde luego, no hay que irse de la casa como si fuera una ruptura ya consumada: no hay que volver a casa de tus padres o alquilar un apartamento sólo por esto; insisto: no hay que interpretarlo como una ruptura.
La idea de «darse un tiempo» es muy similar a la que se persigue cuando se aplica el contacto cero: provocar un proceso de reflexión.
Por supuesto sigue valiendo lo que se ha dicho en el punto dos sobre la duración de ese tiempo de distancia.
Otra pregunta que surge es: ¿debo dormir en otra habitación si mi pareja me ha pedido tiempo? En el caso de que no tengáis cerca otro lugar donde instalarse, yo diría que no tienes que salir de tu cama ni tampoco irte a dormir al sofá. Si tu pareja decide hacerlo, bien; pero tú no has provocado esta situación y por lo tanto no tienes que preocuparte.
Por lo demás, se trata de mantener una vida lo más normal posible, pero sin que haya muestras de cariño ni expresiones emocionales. Sería como vivir con un compañero de piso: tienes que ser amable (sin pasarte) y mostrarte indiferente sin parecer antipático o antipática.
Es muy recomendable que aproveches este tiempo para elaborar un mapa emocional, como se ha dicho más arriba, y trates de estar muy seguro o muy segura de los errores (si es que los hay) que has cometido en tu relación.
8. Una crisis puede ser la solución
Ya sabes que la palabra crisis, en japonés, se escribe con los símbolos de «peligro» y «oportunidad»; es decir, como si en los momentos de crisis fueran los mejores para encontrar un beneficio o una solución a algo.
Efectivamente, un tiempo de reflexión puede ser muy beneficioso para una relación estancada porque desde la calma y la añoranza se encontrarán mejor nuestros errores y motivos para ser mejores personas.
A veces, pasar un poco de miedo es bueno, como dice la psiquiatra y criminóloga Anabel González, de la Universidad de A Coruña, en el video que aquí os dejo.
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