1 – Qué es enamorarse: el proceso racional del enamoramiento.
Para comprender bien el contacto cero es necesario que veamos cómo funciona el amor y el proceso racional del enamoramiento, sólo así podrás poner en práctica (con éxito) esta estrategia del contacto cero.
Aunque es algo complejo, grosso modo, podríamos decir que enamorarse es un proceso bastante raro (raro porque se da muy pocas veces en la vida) por el cual otra persona se nos presenta como un objeto pleno de deseo.
Tal es el deseo, que el amor nos altera y nos obliga a reorganizarnos y, de alguna manera, a entender la vida conforme a una nueva realidad. Todos tenemos más o menos presente la experiencia del enamoramiento.
Nos enamoramos de quién posee ciertos valores personales, valores que por algún motivo a priori estimamos importantes, como por ejemplo que sea una persona cariñosa, que no fume (o que fume), que sea divertida, que practique deporte (o que no practique deporte), que sepa cocinar, que tenga una afinidad religiosa determinada, que entienda el sexo de una forma similar a la nuestra o que comparta unas ideas políticas determinadas, etcétera, etcétera.
Por supuesto, todo ello tiene que darse en alguien que además nos guste físicamente, alguien de quién nos sintamos atraídos. Sentirse atraído es muy importante pues el sexo forma parte fundamental de la pareja.
Pues bien, el proceso emocional por el que nos enamoramos se lleva a cabo a través de unas pautas racionales: nos enamoramos a través de un pensamiento por el que nosotros mismos nos convencemos (por llamarlo de alguna manera) de que esa persona, además de gustarnos muchísimo, es lo que buscamos para un proyecto de vida en común. Enamorarse, como cualquier otro proceso emocional, es algo pensado, deliberado, es algo que nosotros controlamos y elegimos a través de una serie de pensamientos.
Sobre la racionalidad en las emociones os recomiendo el famoso artículo de Robert. C. Salomón “Emotions and choice” Pero este pensamiento que provoca la emoción del amor no sólo ocurre al principio, sino que se da durante toda la relación.
Pensamos cada día en nuestra pareja y de esta forma nos adherimos más o nos distanciamos de ella, y esto ocurre a diario, continuamente: una ruptura o un enamoramiento no se dan de un día para otro, sino que es un goteo incesante de pensamientos.
Después de que se haya formado la pareja y hayamos caminado junto a esa persona durante un tiempo más o menos largo, podemos decir que tenemos una pareja: una unidad que se ha formado restando yo y sumando nosotros como puedes ver con más detalle en este capítulo del Método K para recuperar a tu pareja.
2 – La duda (inseguridad de tu pareja) como posibilidad para aplicar el contacto cero
Después de un conflicto que no se resuelve (como por ejemplo una infidelidad, aunque puede ser cualquier otro) tu pareja comienza a pensar que no posees aquellos valores que cree necesarios y en consecuencia rompe la convivencia.
Puede que el hecho mismo de la infidelidad, aisladamente, no tenga mucha importancia para tu pareja; pero si es algo que ha sucedido varias veces, esta vez puede que sea la gota que colma el vaso. Una vez producida la ruptura surge una cuestión capital que determinará si es posible recuperar tu relación o no: la duda. Esto es muy importante: si tu pareja está absolutamente segura de que ya no compartes aquellos valores esenciales y se siente especialmente dolida por la infidelidad o el error que produjo la ruptura, entonces será muy complicado —por no decir imposible— que la relación se restablezca.
Aunque por mi experiencia diría que no son frecuentes este tipo de rupturas tan rotundas, lo habitual, como ya queda dicho, es que sea un goteo de pequeñas causas lo que provoque el pensamiento de quiero dejar a esta persona.
Pues bien, sólo en la situación de que tu pareja tenga dudas, podremos aplicar el contacto cero. Esto es algo que quizá tú no sepas, ni puedas saber porque no estás en su cabeza para saberlo. De todas formas, siempre puedes aplicar el contacto cero. Lo habitual es que después de la ruptura venga el arrepentimiento: los ruegos, los llantos y las súplicas. Si le has mandado regalos, flores o has aceptado todas las culpas e incluso si te has acostado con tu ex sólo para convencerlo o convencerla de que vuelva a tu lado, entonces tu pareja sabe que ahora estás ahí con toda seguridad, y eso también te ha hecho perder valor.
Así de simple. Ya sabes que las cosas que podemos conseguir con facilidad pierden interés (valor) precisamente porque las tenemos ahí. Después de muchos mensajes y llamadas, después de que le hayas dicho que harías cualquier cosa por volver a su lado, tu pareja no tiene duda de tu disponibilidad, lo cual es un error para intentar recuperarla porque una pareja se construye, se mantiene y se recupera siempre desde el equilibrio. No puedes dar más de lo que tu pareja te está dando.
Lo más importante del contacto cero es hacer pensar a tu pareja.
3 – Qué es el contacto cero y para qué sirve
Nuestro objetivo es recuperar a tu pareja, no olvidemos esto. Pero es evidente que no todas las parejas pueden recuperarse como no siempre es posible que después que haber cortado el tallo de un rosal, éste pueda volver a brotar.
Pero tú has decidido intentar volver con tu pareja porque has visto algunas dudas en su decisión y parece que no lo tiene tan claro. Bien. El contacto cero sirve precisamente para eso: para hacer crecer esas dudas. Si dejas de comunicarte con tu pareja después de muchas semanas de continuas llamadas y mensajes, con seguridad introducirás algo nuevo que provocará un pensamiento diferente. Además, dejarás espacio y libertad a tu pareja para que piense con calma, algo absolutamente necesario que hablará bien de ti.
En este nuevo panorama sin comunicación, tu ex puede pensar, por ejemplo, que has decidido pasar página o que has conocido a alguien; de modo que retomar la relación ya no es algo que sólo esté en su mano. Recuerda que el contacto cero es una estrategia y como tal, es una especie de engaño: de alguna forma vas a intentar hacerle creer a tu pareja que ya no tienes interés en esa relación.
La falta de contacto introduce un elemento nuevo en el proceso cognitivo (en la decisión de seguir o no) e incrementa la duda que ya tenía, además, con el contacto cero estarás admitiendo la ruptura y de esta forma también demostrarás tu madurez. Todo ello incrementará tu valor.
Por norma general, podemos decir que el contacto cero implica no transmitir emociones. Puedes hablar con tu pareja, pero nada de “cuánto te echo de menos” o “qué felices fuimos” o “qué triste estoy sin ti”.
Pero no transmitir emociones no significa comunicarse de una forma hostil; se trata de que, simplemente sepa que has aceptado la ruptura.
Para entender esto bien, puedes echarle un vistazo a este otro capítulo del Método K.
En todo caso, y como norma general la palabra clave es indiferencia.
3.1 – Evitar que se deteriore la relación personal entre vosotros
Con el contacto cero vamos a evitar también que no se deteriore la relación personal, ya que en un momento de crisis como el que estás viviendo puede que los reproches o los malentendidos (los trapos sucios en general) salgan a la luz y eso podría acabar con el proceso de recuperar a tu pareja.
Por eso al contacto cero también lo llamo el cortafuegos, porque con ello se pretende evitar una pérdida de la relación personal: si se ha roto la relación de pareja que no se rompa también —o no se deteriore más— la relación personal.
Si mantienes una relación personal buena podrás disponer de un lugar privilegiado desde donde avanzar en tus propósitos pasado algún tiempo. Recuerda la situación controlada que pusimos como ejemplo: algunas semanas después de la ruptura Alejandro pudo descubrir el verdadero motivo por el que Laura se fue de casa.
Él puede llamarla y proponerle tomar un café o pasear para explicarle todo eso, y que ella acepte. No significa que con eso se consiga la reconciliación —aunque es perfectamente posible—, pero de alguna forma sí habremos avanzado. Sin embargo, en la situación incontrolada esto no podremos hacerlo. Recuerda que la imagen de Alejandro está muy deteriorada porque ha intentado demasiadas veces ponerse en contacto con ella.
El contacto cero también evitará la posibilidad de discutir con ex pareja, ahora que la situación es complicada.
3.2 – Mantener el equilibrio
El segundo objetivo que se persigue con el cortafuegos es mantener el equilibrio. Todas las parejas —y de algunas forma todas las relaciones humanas— se forman y se mantienen con cierta simetría.
Si tienes por costumbre quedar los jueves para cenar con un amigo, la relación de amistad se mantendrá por mucho tiempo si un jueves pagas la cena tú y otro él. O si varios amigos os reunís para ver en la televisión partidos de fútbol o una película, lo mejor es hacerlo cada día en casa de un amigo, o de alguna forma repartir los gastos, el trabajo o las molestias.
En cualquier relación entre personas iguales, ya sea en el trabajo o fuera de él, se necesita ese equilibrio para mantener la relación. Si tras una ruptura continúas llamando por teléfono, enviando mensajes o correos electrónicos, tú pareja sabrá que estás ahí incondicionalmente y ese equilibrio tan importante se perderá dándole a ella o a él todo el poder sobre la relación.
Por el contrario, si te comunicas únicamente en la medida que la otra parte lo hace, sólo estarás haciendo lo que tu pareja te ha pedido: distancia.
3.3 – No perder tu valor como persona
Por otro lado, con el cortafuegos o el contacto cero, evitarás la caída de tu magnetismo personal y con ello evitarás perder tu valor. Efectivamente, la consecuencia directa del desequilibrio es la pérdida de valor. Los seres humanos estamos comunicándonos continuamente, somos animales simbólicos y todo lo que hacemos, la ropa que llevamos, el coche que conducimos o la música que escuchamos significa algo, es decir, comunicamos algo con ello. Mucha gente tiene miedo de aplicar el cortafuegos porque cree que no está haciendo nada para recuperar a su pareja, pero esto no es así. Cortando la comunicación de la forma que ya hemos expuesto también estás comunicándote con tu pareja, le estás diciendo que aceptas la nueva situación y eso reporta valor a tu persona, como ya se ha dicho.
Piensa una vez más en el segundo ejemplo: Alejandro dejó de interesar a su pareja (o a cualquier otra persona) porque ella sabía que él estaba ahí incondicionalmente. Ya se sabe que cuando se dispone de algo en gran cantidad, ese algo deja de preocuparnos y tener valor. Laura sabía que Alejandro estaba ahí dispuesto en cualquier momento a aceptar una cita, pero de esta manera no se mantiene, ni se forma, una pareja. Haber roto las comunicaciones con tu pareja producirá que sus dudas aumenten.
A lo largo de estos años he visto en muchas ocasiones como, incluso aquéllas personas que han cometido los errores más graves, consiguen volver con su pareja solamente aumentando la duda. La clave es la duda. Todo puede arreglarse si tu pareja alberga alguna duda, por pequeña que sea acerca de la decisión que tomó al abandonarte.
De modo que tanto si tu situación fue controlada o incontrolada, a partir de este momento deja pasar unas cuantas semanas antes de expresarle una última cosa —que después veremos— y empezar con el proceso activo de recuperar a tu pareja en serio. Piensa que ahora lo que de verdad necesita tu pareja es olvidar un poco de la mala imagen que mostraste cuando tratabas de negar la realidad.
El contacto cero no es cortar las comunicaciones con tu pareja, bloquear en whatsapp o en redes sociales. El contacto cero es no comunicar emociones.
4.- Cuánto tiempo hay que aplicar el contacto cero
Sobre todo, debemos entender que cada caso, cada persona y cada momento son diferentes. He visto situaciones muy complicadas en las que la gente ha hecho de todo por llamar la atención: desde enviar bombones a colocar una pancarta gigante delante de la ventana de ella: “Yo te quiero más que él”.
Hay parejas que se rompen por falta de diálogo y otras por falta de confianza, y en cada una de ellas el tiempo y la intensidad del contacto cero es diferente. Hay situaciones en las que basta una semana de silencio para que la otra persona reaccione. Otras necesitan tres o cuatro semanas (es lo más común), y en otros casos varios meses.
Pero todo tiene un fin: no puedes pasarte toda la vida con la ilusión de algo que no tiene trazas de ocurrir. Si después de un tiempo prudencial, si después de un par de meses de aplicar el contacto cero no has conseguido reanudar un diálogo con tu pareja, no te ha preguntado ni si quiera cómo estás, entonces quizá haya que pasar a otra técnica o directamente pensar que esa persona no es para ti.
Por eso, mi opinión es que no nos dejemos llevar por fórmulas magistrales y hagamos un análisis de lo ocurrido con tu pareja. Seguro que entender lo que produjo la ruptura (vuelvas o no a recuperar la relación) te convertirá en una mejor persona. Ya sabes que si lo deseas, puedes solicitar una consulta gratuita para evaluar tu caso.
5.- Lo que nunca debes hacer durante el contacto cero
Lo habrás leído y escuchado por todas partes durante las últimas horas. Te lo repito aquí una vez más: lo único que puedes hacer ahora para recuperar a tu pareja es aceptar la ruptura. Aceptar es asumir algo, lo cual no significa que ese algo vaya a permanecer así para siempre. Quizá has perdido una batalla, pero aún no has perdido la guerra. Por lo tanto —y sobre todo si tu deseo es recuperar a tu pareja— debes ahora acatar esa decisión sin ningún miedo. Esto supone que, de momento:
1) No llames a tu pareja. Seguramente ya has marcado muchas veces su número. Ahora evita que las cosas vayan a peor y tu valor e imagen caiga por los suelos. Ahora bien, si tu pareja te llama para cualquier asunto, por supuesto debes contestar. No se trata de crear un clima de hostilidades y enfados: se trata de que vea que has aceptado la ruptura. Si tienes un negocio con tu pareja, sois padres o tenéis una mascota, quizá tenga que llamarte para consultarte algo y tú tienes que contestar con toda amabilidad. Se trata de que no haya contacto pero que tampoco haya hostilidades.
2) No escribas ningún tipo de mensaje a través de ningún sistema ni red social (salvo que sea tu pareja quién lo haga, y en ese caso debes contestar con toda normalidad). Puedes ver aquí cómo comportarte en las redes sociales con tu pareja en esta etapa.
3) No trates de verla para que te explique los motivos de su decisión, si es que ya lo ha hecho varias veces. Tratar de sorprender a tu pareja a la salida del trabajo o simular un encuentro casual son artimañas que ahora puede que se vuelvan en tu contra menoscabando tu imagen.
4) No hables con sus familiares o amigos sobre la ruptura, ni trates de enviarle mensajes a través de ellos. Tampoco intentes mandar a un buen amigo, lo que yo llamo un buen samaritano, para que trate de convencer a tu pareja o hable bien de ti.
5) No la espíes. Esto, además, puede ser un delito porque espiar es acosar.
6) No te hagas el encontradizo o encontradiza para poder verla; esto implica no ir a buscar a tu pareja a la salida del trabajo, a la puerta de su casa ni a ningún otro lugar.
y 7) No le envíes regalos, nada de flores, bombones… Pero, atención, aceptar la ruptura y poner en prácticas esos siete puntos no significa, como ya hemos dicho, que muestres enfado. De modo que si es tu pareja quién te llama o te envía un mensaje, debes contestarle con toda cortesía; como si fuera un buen amigo, un hermano o alguien que quieres. En la conversación, lo más importante, es que no hables de sentimientos. Nada de «qué felices fuimos» o «cuánto te he querido». Exprésate con normalidad y contesta a sus preguntas sin ningún temor. Si te pide que le devuelvas sus cosas o que hagas algo que suponga distanciaros aún más (como desvincular a tu pareja de una cuenta corriente o entregarle las llaves de su casa) accede con cortesía y absoluta normalidad. Insisto: es lo único que puedes hacer para recuperarla.
6 – Aplicar el contacto cero con sentido común
Hace un par de años me llamó un hombre diciéndome que había estado aplicando el contacto cero con la ruptura de su esposa, pero que al parecer había conseguido un efecto contrario porque ella estaba ahora mucho más molesta y enfadada. Tras las tres semanas de silencio que obligaba el libro que había comprado por Internet las cosas se habían puesto peor y ahora incluso su pareja le había bloqueado en Whattsapp. Durante la consulta ese hombre me explicó que, a pesar de que su ex le había llamado varias veces él no contestaba al teléfono porque era lo que decía el manual: silencio absoluto en tres semanas.
Por mero y sencillo sentido común, si la persona que quieres recuperar como pareja te está llamando o mandando algún mensaje, lo normal es que le contestes, aunque sólo sea para no crear un conflicto entre vosotros, sobre todo si tienes hijos en común o un negocio o una mascota. Insisto en que es importante que aplicando el contacto cero no provoques enfados ni hostilidades.
No se trata de que seas descortés o que directamente no saludes a tu ex si te la cruzas por la calle, porque entonces pensará que estás peor de lo que imaginaba. Recuerda que tu silencio y tu distancia son únicamente un ingrediente nuevo que provocará un pensamiento diferente: incrementará la duda sobre volver o no volver contigo. En todo caso, hay muchas situaciones concretas que merece la pena ver con detalle. Aquí os pongo algunas:
6.1 – Contacto cero en su cumpleaños
Esta es la más común de cuantas consultas recibo. ¿Aplicando el contacto cero debo felicitar a mi ex por su cumpleaños? Una vez más la respuesta es: depende.
Como dijimos antes, se trata de no comunicarte pero tampoco pretendemos enfadar a tu pareja. Quizá esté esperando que tu felicitación sea la primera del día y si no lo hace, entonces estará preguntándose qué ha pasado contigo (¡que es lo que estamos buscando!). Puede ser un mensaje muy sencillo y escueto al final del día: «Feliz cumpleaños» para que no crea que estás enfadado o enfadada, pero desde luego nada de regalos. Recuerda que esta situación no la has buscado tú.
6.2 -Contacto cero para una persona orgullosa
Esta es otra de las situaciones que preocupan cuando aplicamos el contacto cero. Quizá podamos definir el orgullo como un exceso de dignidad, una proyección de uno mismo que conlleva una pizca de soberbia. En principio la única diferencia es que costará algún tiempo más que tu pareja reaccione, si es que ese orgullo no le impide finalmente seguir a su propio corazón, lo cual es algo que ya no está en tu mano. La única forma de combatir un exceso de orgullo es la humildad y la sinceridad.
6.3 – Bloquear a mi ex pareja en redes sociales (whatsapp) durante el contacto cero
Evidentemente, no hay que bloquear. Ya lo hemos dicho antes: no se trata de crear un conflicto añadido, pues el hecho de bloquear a tu pareja en las redes sociales, sobre todo en whatsapp, implica cierta hostilidad, cierto rechazo que no es precisamente lo que estamos buscando con esta técnica. Mi opinión es que no se debe bloquear ni borrar el contacto incluso si tu pareja te ha bloqueado a ti: la indiferencia es más efectiva.
6.4 – ¿Qué ocurre si mi ex pareja tiene hijos? ¿se aplica el contacto cero igualmente?
No hay diferencias destacables, recuerda que sólo hay que dejar de transmitir emociones solamente hacia tu pareja. Si tu pareja tiene hijos y tú has tenido una relación estrecha con esos niños, piensa que ellos no tienen que pagar los platos rotos de nadie y que ellos no pueden ser usados de ningún modo. Tampoco si son hijos en común es aceptable hacer esto. Como norma general, diría que los niños no tienen nada que ver con el contacto cero y su aplicación es exactamente igual para intentar recuperar una pareja con hijos o sin hijos.
6.5 – Aplicar el contacto cero en el trabajo
El trabajo o la universidad o centros de estudio son lugares donde muy habitualmente encontramos pareja. Es evidente que una ruptura no provocará de dejéis de veros, sin embargo el contacto cero también es posible incluso puede ser una mejor oportunidad para recuperar a tu pareja si trabajáis o estudiáis juntos.
En este capítulo del Método K para recuperar a tu pareja ya se habló de eso. Podemos añadir aquí que demos mostrarte indiferente pero sin caer en la mala educación o el desprecio, cada vez que te cruces con tu ex por los pasillos de la oficina. Recuerda que nada de hablar de emociones. Se trata de hacer de tripas corazón y tratar a tu pareja como cualquier otro compañero.
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