MUCHAS DE LAS personas con las que trabajo en mis sesiones de psicología del coaching terminan preguntándome si es posible volver a enamorarse de la misma persona y, en tal caso, empezar una nueva relación de pareja con aquella mujer o aquel hombre que tanto les hizo llorar en el pasado.
Desgraciadamente, les digo, no hay garantías de que todo vaya a ir bien esta vez: se trata de confiar.
¿Pero cómo evitar el miedo a otro fracaso? ¿Cómo puedes volver a enamorarte de la misma persona?
1. Un tiempo en soledad
Tanto si tu relación de pareja se rompió de forma unilateral o si fue idea de ambos, lo más sensato es esperar un tiempo (al menos varias semanas) antes de reanudar la relación y seguir con las rutinas anteriores.
Como ya se ha dicho otras veces en este Blog, las rupturas tienen que pasar por una serie de etapas que es necesario que ir superando. La primera es la aceptación de la ruptura.
Pero aceptar una ruptura no es algo que pueda darse en un día o dos. Ni tu ex ni tú podéis aceptar una ruptura en unas horas. Aceptar es entender, recapacitar e incluso perdonar.
Tómate unas semanas para poner en orden tus sentimientos antes de retomar una relación que ya ha tenido problemas, sobre todo si no es la primera vez que rompéis.
Hoy día, con cualquiera de las aplicación que hay en el mercado es muy fácil encontrar pareja o al menos una compañía; pero no cometas el error de estar con alguien sólo por evitar la soledad, ya que vivir esa soledad es muy importante para que tu próxima relación de pareja triunfe por mucho tiempo, y esto vale también para empezar una relación con la misma persona.
Antes de enamorarte de la misma persona (otra vez) es importante que aprendas a vivir en soledad y sepas estar a gusto contigo mismo.
Puedes llenar el tiempo soledad con actividades que en pareja no pudiste hacer: verte con determinados amigos, practicar deporte, saltar en paracaídas, hacer rafting, apuntarte a clases de salsa o cualquiera otra cosa que siempre te apeteció hacer: ahora es el momento de darte cualquier capricho.
Un barco encallado es una buena metáfora de cómo nos sentimos cuándo se produce una ruptura. Canaliza tus emociones escribiendo lo que piensas acerca de tu ex, los motivos que tienes para perdonar o cómo te hubiera gustado que fuera vuestra relación.
2. Volver a estar a gusto con uno mismo
Antes de volver con tu ex (o con cualquier persona) debes llegar a estar a gusto contigo mismo o contigo misma. Se trata de que no haya rabia ni dolor en tus pensamientos, que puedas hablar de los bien o de los malos tiempos sin que esto te produzca un bajón emocional.
Consulta aquí las etapas en una ruptura de pareja y ver en cuál te encuentras ahora. Eso te ayudará a encontrar respuestas.
Seguro que durante las últimas semanas te has estado preguntándote ¿por qué tuvo que hacerme esto que tanto me dolió?, ¿por qué se tuvo que romper lo nuestro si me decía que me quería?, ¿por qué no pude perdonarle entonces? Etcétera.
Como cualquier herida, tienes que dejar que la ruptura se cure y se transforme en cicatriz. A nadie se le ocurre salir a correr si acaban de operarte de la rodilla: las heridas tienen que sanar y esto lleva su tiempo.
Quizá ha llegado el momento de ponerte en contacto con él o con ella, aunque sólo se para charlar y ver cómo te sientes estando tan cerca de alguien que un día significó mucho para ti.
3. Perdonar a tu ex
El siguiente paso es perdonar a tu ex por haberte abandonado o por haber hecho lo que hizo. Perdonar no es olvidar, desde luego; pero sea lo que sea que ocurrió, hay que salir de esa especie de bucle de pensamientos (y quizá de culpabilidad) que te impide seguir con tu vida, ya sea para estar con esa persona o para apartarla de tu vida.
Perdonar no es fácil. Pero si se hace de corazón es uno de los actos más sanadores del mundo.
Perdonar no está al alcance de cualquiera. Para perdonar es necesaria una gran dosis de bondad que no todo el mundo es capaz de dar.
Ahora bien, perdonar implica volver a confiar y esto es un proceso distinto que también lleva su tiempo.
Una buena idea para canalizar esas emociones es escribir lo que sientes, lo que piensas acerca de tu ex. Puedes comenzar por explicarte las razones por las que no volverías con esa persona o lo que tendría que ocurrir para que decidieras volver a intentarlo. Se trata de ordenar.
Se llama escritura terapéutica y no es ningún invento actual.
Efectivamente, escribir te puede hacer mucho bien a la hora de organizar tus ideas y saber con veracidad qué es lo que quieres. Escribe, por ejemplo, lo que tengas que decir a tu ex, lo que sientes, lo que hiciste y lo que no hiciste: todo ello para que puedas comprender y aceptar tu nueva vida.
Quizá, después de canalizar esas emociones hayas comprendido que la relación se tenía que romper y que, realmente, hubierais durado juntos muy poco tiempo más, o quizá comprendas que quieres intentarlo otra vez con esa persona porque, pese a todo, tiene un montón de cosas que gustan.
4. ¿Las personas cambian?
Por supuesto que sí: las personas cambiamos continuamente. No tienes más que recordar cómo eras tú mismo o tú misma hace cinco o seis años.
Estoy seguro que en ese tiempo has cambiado, ahora tienes más experiencia en la vida; te han ocurrido cosas buenas y malas, y sabes gestionar tanto lo positivo como lo negativo de una manera distinta.
Los seres humanos acumulamos experiencias y aprendemos qué decisiones fueron buenas y cuáles no tanto. Es decir, cambiamos cuando queremos cambiar.
4.1 Nacemos antes de tiempo
Los seres humanos cambiamos a lo largo de nuestra vida porque somos animales biológicamente inacabados.
Los antropólogos han explicado esto muchas veces: somos primate que nacen sin estar desarrollados del todo: no tenemos conectadas todas las neuronas del cerebro y por eso necesitamos hasta los seis años o más, de una «gestación» extrauterina, o sea, alguien o algo que nos cuide fuera de cuerpo de nuestra madre.
Una de las posibles causas de la extinción de los Neanderthales es la dificultad de las mujeres para dar a luz: sus huesos eran más rígidos y la flexibilidad de las caderas mucho menor.
La causa de que nazcamos antes de tiempo es porque no salimos bien por el canal del parto. Es un tema muy interesante que puedes leer en muchos libros como El mono desnudo de Desmond Morris, o El animal cultural, del antropólogo español Carlos París.
El caso es que nacemos sin hacer y esto nos aboca, nos conduce, a estar formándonos y cambiando por el resto de nuestra vida. De modo que las personas sí cambian,
4.2 Un trauma que nos hace cambiar
Pero no sólo cambiamos a causa de la experiencia, poco a poco. A veces esos cambios se producen drásticamente por algo traumático.
Tengo una amiga que sobrevivió a un terrible accidente de tráfico. Se quedó dormida al volante y el coche se salió de la calzada a gran velocidad y fue a parar a una río. Fue rescatada enseguida, pero tuvo una experiencia muy traumática que le hizo cambiar la perspectiva de su vida, su trabajo, el tiempo que dedicaba a sus hijos y a su marido, etcétera.
Esa experiencia le hizo reflexionar sobre muchas cosas de su vida y fue radical su nueva perspectiva sobre lo que tenía que hacer el resto de su vida
4.3 El trauma de perderte
La pérdida de la pareja puede ser uno de los momentos más traumáticos de una perdona adulta, se ha dicho en este Blog muchas veces.
Si fuiste tú quién decidió romper la relación a causa de ciertos comportamientos de tu ex, quizá una infidelidad o cualquier otro motivo, quizá tu ex haya aprendido de esos errores y ahora sea una persona diferente.
Precisamente este tipo de situaciones complicadas son las que más rápido nos hacen crecer y cambiar.
Pero no confíes demasiado rápido. Tu ex debe explorar la vida sin ti y darse cuenta que de verdad quiere hacer ese cambio en su vida; no para estar contigo, sino porque lo considere en sí mismo algo positivo más allá de que vuleva o no vuelva a tener una relación contigo.
Perdonar a ex pareja tendrá una función liberalizadora también para ti. El rencor es un veneno para quién lo genera.
5. Evita las relaciones rebote
Lo normal es que después de la aceptación de la ruptura vivas en un torbellino de emociones. Habrá momentos buenos, momentos tristes, momentos de rabia o momentos en los que tengas muchas ganas de comenzar una nueva relación con alguien.
Quizá te hayan presentado a alguien que te resulta agradable y rápidamente empiezas una relación con esa persona porque tienes «muchas ganas de amar». En muchas personas comienza aquí un periodo de promiscuidad más o menos largo.
Pero, recuerda que para que una relación funcione es necesario «darse al otro», es decir, vivir con absoluta intensidad en los primeros meses del proceso de enamoramiento. Sin embargo, quizá tú no estés para eso ahora y no hagas más que acordarte de tu ex cuando besas o haces el amor con esta nueva conquista. Quizá incluso hables de él o de ella con demasiada frecuencia, lo que te restará atractivo.
Las relaciones rebote no suelen cuajar. Lo peor es comprobar con el tiempo que de haber conocido a esa persona en otras circunstancias todo hubiera ido mejor.
6. Tus «irrenunciables»
Si has decidido volver a enamorarte de la misma persona, trecomiendo que antes de volver a vivir juntos o la rutina anterior, elabores un documento que podríamos llamar, tus irrenunciables.
Los irrenunciables son aspectos que deseas encontrar en tu vida sentimental, aspectos a los que no estás dispuesto o dispuesta a renunciar. Para ello hay que conocerse bien y recordar lo que en otras relaciones te hizo feliz o te llevo a ser desgraciado o desgraciada .
Desde mi punto de vista tiene que haber irrenunciables de primer grado (aquellos que verdaderamente necesitas para ser feliz) y otros de segundo grado, que podrías, digamos, compensar con otras cualidades o actitudes de tu futura pareja.
Sé que no es fácil elaborar este documento, enfrentarse al papel en blanco puede ser un reto. Hazlo con calma y repásalo varias veces preguntándote por qué esto o aquello es irrenunciable para ti y si tiene que ver con alguna experiencia pasada. Sería muy bueno que esto lo escribieras y modificaras tus irrenunciables conforme a estas reflexiones.
El filósofo Voltaire decía que vivir prudentemente es también vivir tristemente. Hay que salir de la famosa zona de confort, con miedo si quieres, pero salir y arriesgarse.
7. ¿Enamorarse de la misma persona es empezar una nueva relación?
Sería falso decir que después de haber pasado todo este proceso, con toda seguridad vayas a encontrar a la persona adecuada. Quizá una nueva pareja también te sea infiel, termine haciéndote ghosting o yéndose con otra persona; nunca estaremos libres de esa posibilidad.
Ahora bien, no por ello tienes que dejar de conocer gente (cuantos estés preparado o preparada) ni dejar de lanzarte a una nueva relación dándote al cien por cien. Olvida el famoso «vamos a ir despacio porque ya lo he pasado mal en otras relaciones» y vive con intensidad lo que sea que te toque vivir.
Hace unos años vi en la televisión una entrevista a un famoso piloto de Moto GP, había ganado muchas carreras y se había hecho con el título de Campeón del Mundo dos veces. Este piloto sufrió un accidente y había estado apartado de la competición unos meses.
Cuando la periodista le preguntó si no tenía miedo de volver a lesionarse el piloto contestó que para ganar en ese tipo de competiciones hay que arriesgarse. «No tiene sentido —afirmó muy rotundo— salir a competir con miedo o pensando que te vas a caer en la primera curva. Para eso es mejor quedarse en casa».
«Efectivamente, te puedes ir al suelo en el primer adelantamiento —dijo—; pero si quieres triunfar en las motos hay darlo todo». Podemos decir que esa afirmación también vale para el amor.
Por eso, lo que mejor es que prepares una lista con tus irrenunciables, es decir, tus criterios básicos de compatibilidad y no te sientas vulnerable cuando salgas con esa persona que acabas de conocer, da tiempo a que las cosas fluyan y confía.
El amor es así, puede que te hagan daño, pero por ese motivo no puedes dejar de vivir con toda intensidad lo que te toque vivir, recuerda que la seguridad es estéril. En realidad, cuantas más corazas pongas para llegar a ti, más difícil será que encuentres el amor.
8. Qué dirán mis amigos
Quizá la gente que te rodea no está de acuerdo en que vuelvas con tu ex. Les has contado tantas cosas sobre esa persona que parece de locos volver con intentarlo después de lo que te hizo y de lo mal que lo pasaste.
Sin embargo, volver con tu ex es una decisión que sólo a ti te concierne. Puedes pedir consejo a tus amigos o tratar el asunto con una profesional, pero la decisión debe ser tuya. No puedes permitir que los demás se confundan en algo que tú vas a sufrir.
Desde fuera es muy fácil dar consejos, tus amigo siempre lo hacen con buena fe, para evitarte más
8. Cómo evitar el miedo a la soledad
No te pierdas esta entrevista a psicóloga Silvia Olmedo, sobre cómo evitar el miedo a la soledad.
